Economía

Por qué a la Fed parece no importarle que exista una recesión

La Reserva Federal tiene un objetivo claro: la inflación debe aplastarse y volver a su objetivo del 2%. Así lo dejó claro su presidente, Jerome Powell, quien dejó entrever que el banco central está dispuesto a llegar hasta donde sea necesario para enfriar la economía.

Las previsiones de la Fed estiman que los tipos podrían llegar al 4,4% a finales de año.

Las previsiones de la Fed estiman que los tipos podrían llegar al 4,4% a finales de año.

Foto: SAUL LOEB/Getty Images

Los mercados e inversores ahora lo tienen claro: la Reserva Federal (Fed) no tendrá concesiones para aplastar la inflación histórico que acelera los precios y desafía el poder adquisitivo de las familias estadounidenses.

Pero la frase no es alentadora, en su misión de devolver la inflación a su objetivo del 2%, la Fed está dispuesta a actuar con severidad; yoIncluso si tiene un costo para la economía..

La Fed anunció un nuevo ajuste de su tipo de interés del 0,75%para llevarla a un rango de 3% a 3.25%, lo cual es un movimiento más que significativo, considerando que apenas en marzo pasado las tasas base estaban casi en 0%.

Desde entonces, las autoridades del país han anunciado ajustes al alza a una velocidad no vista desde la década de 1980cuando el país estaba ahogado por la inflación, señaló un informe de New York Times.

Y los movimientos no parecen detenerse pronto, ya que la previsión de la Fed es que el costo del dinero suba a 4.4% a fines de este año y que serán notoriamente mayores en los próximos años.

No habrá aterrizaje suave para la economía

El anuncio más reciente de la Fed sobre su decisión de política fue significativo en muchos sentidos, pero quizás uno de los más significativos fue el cambio en el discurso de su presidente, Jerome Powell.

En su mensaje, tras anunciar el ajuste del 0,75%, Powell dejó claro que no habrá un aterrizaje suave del que estaba hablando hasta hace apenas unas semanas.

El presidente de la Fed reiteró que controlar la inflación galopante será doloroso para la economía de los Estados Unidos, para las empresas y para las familias; sin embargo, aseguró que es necesario dar estos pasos y frenar el crecimiento.

“Tenemos que dejar atrás la inflación (…) Ojalá hubiera una manera no dolorosa de hacerlo, pero no la hay.”, sentenció Powell.

El presidente de la Fed dejó claro que la estrategia del banco central es y seguirá apuntando a aumentar el costo del crédito para enfriar la demanda y ralentizar la economía.

“Queremos actuar agresivamente ahora. Haz este trabajo y sigue haciéndolo hasta que esté terminado”, bromeó.

Los inversores y los mercados leyeron claramente el mensaje, y si había alguna esperanza de que la Fed relajara su estrategia de control de la inflación, las palabras de Powell demolieron cualquier posibilidad.

La reacción fue la esperada. Wall Street se desplomó el miércoles y el índice S&P 500 cerró la jornada con una caída del 1,7%.

¿Por qué es necesario controlar la inflación?

La Fed parece obstinada en seguir adelante a pesar de los temores de que una recesión golpee la economía.

Sin embargo, es posible que una recesión sea un coste que la Fed ya ha asumido en su estrategia de enfriar la economía ante las señales que han dado las subidas de precios de no ceder a pesar de lo hecho hasta ahora.

Si bien las presiones inflacionarias son un reflejo de problemas globales como la guerra en Ucrania o fallas persistentes en la cadena de suministro, lLa demanda interna sigue impulsando la subida de precios.

Lo que la Fed percibe es que Los estadounidenses siguen gastando a pesar de todo y las empresas continúan reportando utilidades y ofreciendo salarios muy atractivos ante un mercado laboral muy dinámico.

Estos factores han limitado el alcance de las acciones emprendidas por la Fed, por lo que el banco central ha decidido tomarse más en serio sus facultades y enfriar la economía.

“Eso es algo que creemos que deberíamos tener. Creemos que también deberíamos tener condiciones de mercado laboral más suaves», dijo Powell.

Según estimaciones, para lograr sería necesario que la tasa de paro suba del 3,7% al 4,4%con alrededor de 1.2 millones de personas perdiendo sus trabajos.

Eso suena catastrófico, pero en un escenario más alentador que la tasa de desempleo del 10% que se alcanzó en la crisis inmobiliaria de 2008.

El escenario está listo y los jugadores parecen decididos a no fallar; para hacerlo, existe el riesgo de que la inflación se convierta en un factor de la economíalo que tendría un efecto espiral que sería mucho peor que el escenario actual.