Venezuela, que atraviesa una incipiente recuperación económica, recupera la esperanza de convertirse en miembro del Mercado Común del Sur (Mercosur), más de cinco años después de haber sido suspendida como parte del sistema de integración sudamericano y luego de una década de su incorporación inicial, el 1 de 31 de julio de 2012.

Según explicó a Efe el diputado oficialista y expresidente del Parlasur -Legislativo del Mercosur- Saúl Ortega, una delegación del Parlamento venezolano viajó este año a Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil para reunirse con representantes de estos países ante la organización, y buscar apoyo para lograr, a la brevedad, la reinserción de Venezuela al sistema.

Además, la reanudación de las relaciones con Argentina, cuyo embajador en Venezuela y vicepresidente del Parlasur, Oscar Laborde, llamó a la reincorporación del país petrolero al Mercosur, y las expectativas de un cambio político en Brasil -ambos miembros importantes del bloque. -, favorecer el retorno al mecanismo.

PRIMER PASO, GANA ESPACIOS

Sin embargo, para lograr la reincorporación plena y poder operar como miembro pleno, Venezuela tiene que superar diversos obstáculos y ganar el terreno perdido.

Ortega recordó que, por el momento, la nación sigue «suspendida ilegalmente» del CMC (Consejo del Mercado Común), el organismo del Mercosur donde «están representados los cancilleres de cada país y se toman las decisiones finales del bloque».

Además, la delegación del Parlamento venezolano designada como representante ante el Parlasur no participa desde que se instaló el año pasado, por una «decisión de sectores de derecha en ese Parlamento, que son mayoría en la directiva», dijo Ortega. .

“Utilizan el argumento de que, supuestamente, hay otra Asamblea para no permitir que se juramenten los verdaderos diputados venezolanos”, dijo en referencia al grupo opositor liderado por Juan Guaidó que, tras perder el Legislativo en las elecciones de 2020, decidió prorrogar sus funciones como Comisión Delegada, aunque sin efectos prácticos ni capacidad de legislar.

UNA “ROTURA DEMOCRÁTICA”: LA ENTRADA Y SALIDA DE VENEZUELA

La integración de Venezuela al Mercosur en 2012 -luego de seis años de haber firmado el Protocolo de Adhesión- se logró luego de que Paraguay, cuyo Senado había bloqueado el ingreso, fuera suspendido por el «quiebre democrático» que, a juicio de Argentina, Brasil y Uruguay, se produjo con la destitución del entonces presidente Fernando Lugo.

Sin embargo, en diciembre de 2016, Venezuela fue suspendida, ya que los países miembros consideraron que incumplía con algunas obligaciones de la alianza. Hasta entonces había tenido un intercambio comercial «bestial y fortísimo», principalmente con Brasil y Argentina, según Ortega.

El aislamiento se acentuó en agosto del año siguiente, cuando el bloque aplicó una «suspensión política» al considerar que «se había producido una grave ruptura del orden democrático» en el país.

Tras estas suspensiones, dijo a Efe el economista Manuel Sutherland, las exportaciones disminuyeron «mucho», principalmente de fertilizantes, minerales y derivados energéticos, mientras que algunas importaciones de alimentos tuvieron que ser sustituidas por compras a otros países «un poco más caros y, quizás, de menor calidad».

CAMBIOS EN LA REGIÓN

Al momento de la suspensión política, el escenario en la región había cambiado. Dilma Rousseff y Cristina Fernández de Kirchner, ambas aliadas de Hugo Chávez, ya no presidieron Brasil y Argentina, respectivamente, sino Michel Temer y Mauricio Macri, quienes coincidieron en que Venezuela había dejado de ser una democracia.

A juicio de Ortega, estos cambios formaban parte de una «política desestabilizadora» de Estados Unidos para recolonizar América Latina y, una vez que recuperó «gobiernos lacayos, serviles a sus intereses», arremetió contra Venezuela, suspendiéndola «ilegalmente» del Mercosur. . Desde entonces, sostiene, el bloque está en crisis.

“(El actual presidente de Brasil, Jair) Bolsonaro es enemigo del Mercosur (…). Los sectores neoliberales no creen en la integración, no creen en la unidad latinoamericana y caribeña, y prefieren subordinarse a los intereses de EE.UU. , y esa es la razón fundamental de que el Mercosur esté hoy en una crisis terminal”, dijo.

Pero, aclaró, esto podría revertirse con los recientes cambios que se han dado y se vislumbran en la región, comenzando por la reanudación de las relaciones entre Venezuela y Argentina.

El embajador argentino dijo este martes que «Venezuela tiene que reintegrarse de lleno al Mercosur y los representantes de la Asamblea (Nacional) deben sumarse al Parlasur».

Además, Ortega pronosticó un «mejor momento» para el bloque si el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva gana las elecciones presidenciales de octubre, para las que es favorito, según las encuestas.