El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, calificó este miércoles de «agresión» la decisión de Rusia de cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria y pidió al bloque comunitario avanzar hacia las energías verdes.

Borrell, que se encuentra de visita oficial en Chile, dijo que la dependencia de Europa del petróleo y el gas rusos «ha ido demasiado lejos» y que el anuncio de Moscú «solo acelerará la conversión de Europa a energías verdes que no crean dependencias y no amenazan la climatizado».

«Lo que Rusia está haciendo hoy es convertir una dependencia en un acto de agresión. Tenemos los medios para enfrentarlo y enfrentaremos este nuevo acto de agresión de manera conjunta y solidaria. Los europeos pueden estar seguros de ellos», agregó. .

La empresa estatal rusa Gazprom anunció este miércoles la interrupción total de sus exportaciones a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar en rublos, una demanda de Moscú que la mayoría de los países del bloque europeo rechazan.

Putin impuso desde el pasado 1 de abril que los pagos por el suministro de gas ruso deben hacerse en rublos para apoyar la moneda local y hacer entrar divisas a Rusia.

MÁS DE 1.000 FUNCIONARIOS SANCIONADOS

Hasta el momento, el corte de suministro es la reacción más dura que ha tomado Rusia como represalia por las medidas impuestas por Occidente al congelamiento de las reservas del Banco Central Ruso y la desconexión de varios bancos rusos del sistema interbancario internacional SWIFT.

En rueda de prensa con el presidente de Chile, Gabriel Boric, Borrell recordó que «la Unión Europea ha tomado contra Rusia el mayor paquete de sanciones económicas, financieras, diplomáticas y comerciales» de su historia.

«Hemos sancionado directa y personalmente a más de 1.000 funcionarios del gobierno ruso, con nombres y apellidos, empezando por el señor Putin», dijo el alto representante, quien lamentó, sin embargo, que las sanciones no hayan «evitado» la guerra y hayan efecto «a mediano plazo».

«Las sanciones no son para durar, las sanciones son un instrumento de presión para llevar a la mesa de negociaciones, buscar un alto el fuego y evitar que la guerra continúe», agregó Borrell.

«UNA GUERRA INACEPTABLE»

El corte de suministro a Polonia y Bulgaria acaparó gran parte de la rueda de prensa conjunta ofrecida por Borrell tras su encuentro con Boric, quien calificó la guerra de «inaceptable» y pidió a Rusia que «retirara sus tropas» de Ucrania.

El presidente chileno, el más joven en la historia del país, siempre ha sido contundente contra Rusia, a diferencia de otros líderes de izquierda de la región, que han sido más ambiguos en sus condenas.

«El Estado chileno tiene pocas relaciones comerciales con la Federación Rusa, pero en organismos internacionales hemos coincidido con nuestro voto en contra de la guerra y condenado la agresión rusa», insistió Boric.

El encuentro con el mandatario chileno fue el primer punto de la extensa agenda que cumplirá Borrell en Chile, importante socio de Europa en la región y con el que se negocia la modernización del Acuerdo de Asociación vigente desde hace casi dos décadas.

«No tengo ninguna duda de que lograremos cerrar el trato dentro de un plazo razonable», dijo Boric.

La UE es el primer inversor extranjero en Chile y su tercer socio comercial.

En 2020, el comercio entre la UE y Chile alcanzó un valor de 13.400 millones de euros, mientras que el stock de IED de la UE en el país latinoamericano alcanzó los 89.900 millones de euros en 2019, lo que representa el 36% de la inversión extranjera total en Chile.

Durante su estancia en Chile antes de partir el domingo hacia Panamá, Borrell inaugurará la nueva sede diplomática de la UE, ofrecerá una conferencia en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas y visitará una gran planta termosolar en el Desierto de Atacama, que cuenta con inversión europea.