Sabritas: el cuarto ingrediente
Durante casi 80 años, la fórmula de Sabritas ha sido muy sencilla: patata, aceite y un poco de sal. A ellos será necesario agregar un cuarto ingrediente: las manos de nuestros socios agrícolas. El año pasado presentamos nuestra campaña “Nada más papa”, un recordatorio del compromiso de PepsiCo México de seguir ofreciendo ingredientes de origen natural y de la más alta calidad. Para la segunda parte de la campaña queremos centrarnos en este habitación ingrediente y cómo influye en el crecimiento económico al tiempo que crea un círculo virtuoso de apoyo a las comunidades.
Sabritas es uno de los motores económicos más importantes del campo mexicano. Nuestra extensa operación nos convierte en el principal comprador de papa para uso industrial en el país, lo que forma una cadena de valor que emplea a más de 40.000 personas solo en el campo. Mediante un sofisticado proceso agroindustrial podemos garantizar, e incluso incrementar, la producción de papa en el país, lo que se traduce en un beneficio económico para miles de familias.
En este sentido, es importante resaltar que todos nuestros socios en el campo mexicano trabajan de acuerdo con la agricultura por contrato, un esquema innovador que permite a los agricultores invertir con mayor seguridad. Esto fomenta el desarrollo de pequeñas comunidades y, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, trae beneficios para los agricultores, tales como:
- Promover la producción y comercialización agrícolas.
- Establecer acuerdos de comercio justo
- Reducir riesgos e incertidumbres
- Garantizar el suministro de insumos y servicios productivos
- Tener acceso a nuevas tecnologías.
Nuestras papas crecen en cinco de las principales zonas agrícolas del país, donde son fuente de empleo para las familias mexicanas. Nos referimos a Tapalpa, Jalisco; Los Mochis, Sinaloa; Caborca, Sonora; Nuevo Casas Grandes, Chihuahua y Galeana, Nuevo León. Nuestras operaciones han ayudado a reactivar la economía local e incluso a frenar el abandono de comunidades debido a la migración. Un caso de éxito es el de la comunidad cercana a la hacienda El Madero, en Nuevo León, donde la población pasó de 150 a 500 habitantes debido a nuestra presencia económica.
Por lo tanto, Sabritas se convierte en un catalizador del cambio social, no solo por el alcance económico de nuestra relación con nuestros socios agrícolas, sino también por el círculo virtuoso que se da naturalmente en apoyo a la comunidad. Alrededor de nuestras áreas de operación se han construido caminos y senderos, escuelas e incluso centros deportivos y recreativos, para brindar mayores oportunidades a quienes más lo necesitan.
Nuestras operaciones se alinean con la agenda de Agricultura Positiva de PepsiCo, que prioriza la inversión, la innovación y la colaboración con nuestros socios agrícolas para dejar una huella en todo el mundo. A través de proyectos como Demo Farms, Sabritas profundiza y consolida su compromiso con proyectos de agricultura sostenible que buscan un impacto positivo en el medio ambiente y fomentan la resiliencia agrícola.
Para PepsiCo solo tiene sentido crecer si lo hacemos de la mano de nuestros trabajadores agrícolas. Por lo tanto, nuestros esfuerzos solo pueden dar sus frutos si ayudamos a mantener el tejido social y económico y tenemos un efecto positivo en el medio ambiente y las comunidades. Creemos en el campo como motor de la recuperación económica de México.
Por Roberto Martínez, presidente de PepsiCo México
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