México 5G, ya

México lleva varios años y da un paso atrás en 5G, la quinta generación de tecnologías inalámbricas que promete acelerar los procesos de producción, habilitar nuevos modelos de negocios, mejorar los servicios digitales actuales y futuros y brindar múltiples beneficios a la población.

El país está detrás de Corea del Sur, el primero en habilitar la tecnología en 2019; actualmente tiene más de 17 millones de usuarios (35% de la población) y una velocidad promedio de Internet de 808 Mbps.

Detrás de China, para quien el 5G forma parte de su política industrial y crecimiento económico. El gigante asiático proporcionó el espectro radioeléctrico a los operadores de forma gratuita para acelerar las inversiones y el despliegue de infraestructura. Gracias a la telemedicina, las cámaras térmicas que detectan la temperatura corporal y los hospitales conectados a 5G, China mitigó el contagio de Covid-19. Por su escala, pero sobre todo por su visión estratégica, China concentra el 80% de las estaciones base y dispositivos 5G a nivel mundial.

Detrás de Estados Unidos, cuyo regulador ha puesto a disposición del mercado y ha subastado enormes cantidades de bandas altas por capacidad, media para ciudades densamente pobladas, baja para cobertura 5G y sin licencia para Wi-Fi 6. Emitió una política para rebajar la barreras territoriales para el despliegue de infraestructura y modernizó el Fondo 5G para banda ancha rural por 9 mil millones de dólares.

Detrás de Europa Occidental, que identificó las redes 5G como estratégicas dentro del Fondo de Recuperación de la Unión Europea tras los efectos de la pandemia para transformar y automatizar sus plantas de producción. Europa alberga múltiples industrias, pero sabe que su competitividad depende de la automatización de los procesos productivos en sus fábricas. Europa destinará 150.000 millones de euros -20% del fondo- a proyectos de digitalización y adopción de tecnologías como 5G, fibra óptica, nube, supercomputación, Inteligencia Artificial y ciberseguridad.

México también está detrás de Chile, el primer país de América Latina en subastar frecuencias 5G. El país sudamericano quiere ser un hub digital, se crearán 68 mil nuevos empleos gracias al despliegue de tecnología y calculó que en 10 años aportará 15 mil millones de dólares anuales al PIB de Chile, debido a la eficiencia y capacidad operativa. de 5G.

Detrás de Brasil, que antes de finales de 2021 llevará a cabo su licitación 5G. Grandes inversiones, incluidas las de América Móvil de México, se dirigen al prometedor mercado brasileño. Agricultura, Internet de las cosas y ciudades conectadas serán algunas de las muchas áreas beneficiadas. La licitación 5G generará inversiones de más de 30 mil millones de dólares en los próximos 20 años. El ministro de Comunicaciones calculó que cada día que se retrasa la subasta 5G, Brasil pierde 100 millones de reales (más de 18 mil dólares).

Menciono todo esto porque durante tres días se realizó un evento de streaming denominado México 5G, que reunió a reguladores, diversas industrias -incluidas las telecomunicaciones- y especialistas de los sectores digital y de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC). .

El gran ausente fue el gobierno federal. No asistieron Emiliano Calderón de la Coordinación Nacional de Estrategia Digital, ni Jorge Arganis del Ministerio de Comunicaciones y Transportes, ni Lourdes Coss de la Agencia de Promoción de Inversiones en Telecomunicaciones, ni María del Rocío Mejía de Telecomm ni ninguna persona de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos.

Nadie de la autoridad federal y sectorial que deba tener la visión y planificar la política pública para decir lo que le va a hacer a México con tecnologías 5G innovadoras y disruptivas. Cuando se reúne toda una industria para comunicar los beneficios de las tecnologías digitales, quien más llama la atención es el ausente, no en un evento, sino que se ha perdido y desarticulado durante tres años.

El evento tuvo varias sorpresas. Fue inaugurado por Adolfo Cuevas, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, quien anunció la creación de un Comité 5G para analizar casos de uso de tecnología. Los expertos coinciden en que 5G tiene el potencial de impulsar la fabricación, la energía, la minería y las ciudades conectadas.

Otra sorpresa fue la participación del gobernador electo de Nuevo León, Samuel García, quien prometió crear una Agenda Digital 5G para la entidad que comenzará a gobernar el 1 de octubre. Dijo que en el siglo XXI la pobreza se combate con conectividad. Aprovechará su frontera con Estados Unidos para promover el comercio digital, el 5G y la industria 4.0.

Asistieron Carlos Slim Domit de América Móvil; Hizo un llamado a las empresas, gobiernos y reguladores a trabajar en un enfoque de conectividad universal, eliminando las barreras que inhiben la inversión en el sector. Nokia reveló que 5G es una oportunidad para generar $ 730 mil millones para 2035 en sectores como minería, comercio minorista, gobierno y manufactura. American Tower estimó que 5G requiere tres veces más infraestructura, por lo que los municipios deben facilitar su instalación y despliegue.

Huawei recordó que la seguridad de la red es una responsabilidad compartida de gobiernos, industrias, organizaciones y desarrolladores de tecnología. Mediatek pidió la democratización de la tecnología porque Internet es la base de la conectividad social.

Otra sorpresa es que no fue un evento de telecomunicaciones sino de industrias verticales que quieren aprovechar los beneficios de las tecnologías para transformarse de cara a su futuro digital. Saben que 5G es un cambio de paradigma. De hecho, las empresas más cálidas y cautelosas con respecto al 5G en México fueron AT&T y Telefónica, a pesar de que en sus respectivos territorios en Estados Unidos y España, respectivamente, son líderes en inversiones para 5G. México no puede ser el patio trasero de esos operadores y pensar demasiado en la introducción de 5G.

Se discutieron nuevos temas como identidad digital, democracia y justicia. Representantes de grandes bancos transnacionales reconocieron que el futuro de la inclusión financiera depende de un teléfono móvil y de realizar operaciones financieras a través de aplicaciones. BBVA reveló que tiene más clientes digitales que los tradicionales.

Plataformas colaborativas como DiDi y Rappi explicaron cómo contribuyen a la recuperación económica, la generación de ingresos, la inclusión financiera y de género, la movilidad inteligente en las ciudades y la digitalización de las pymes. Pidieron que la regulación se apoye en esa evidencia empírica generada por los datos y que no sea una barrera para la innovación en los modelos de negocio.

El evento fue una fuente de oportunidades tecnológicas, económicas, políticas, sociales y culturales. Un grito con eco hacia un 5G México, ya.

Gorjeo: @beltmondi



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