Crecimiento económico y buenos empleos
Es común creer que la emigración de mexicanos es principalmente hacia Estados Unidos y de personas que se dedican a trabajos poco calificados. Lo cierto es que hay una gran cantidad de personas altamente calificadas que deciden emigrar o no regresar a México por falta de buenos trabajos.
La definición de un buen trabajo es subjetiva y depende del grado de desarrollo de un país y de sectores económicos particulares. En general, podemos estar de acuerdo en que un buen trabajo se refiere a un puesto estable en el sector formal con protecciones laborales básicas, como condiciones laborales favorables y leyes contra el despido injustificado; La remuneración suficiente y los incentivos intelectuales son un atractivo adicional y necesario para detener la migración de mano de obra calificada.
La falta de creación continua de buenos empleos representa un freno al crecimiento económico sostenido e inclusivo del país. Las soluciones y modelos de negocio que contribuyen al crecimiento del país necesitan cada vez más calificaciones especializadas, mientras que la mayoría de las oportunidades laborales no reflejan estas necesidades y la mayoría de la fuerza laboral sigue estando mal capacitada.
A nivel individual, es muy frustrante no encontrar las condiciones en las que las ideas creativas y las soluciones sean bien recibidas debido a la incertidumbre de no producir una ganancia económica inmediata. Un entorno que permita la investigación y el desarrollo intelectual del capital humano es la única vía para la autosuficiencia y el desarrollo económico sostenible de un país.
En el sector tecnológico es común observar ingenieros mexicanos altamente calificados, trabajando como vendedores y haciendo lo que en el medio se llama “Ingeniería Power Point”, es triste ver profesionales con potencial para hacer investigación y desarrollo tecnológico haciendo ventas y medio . Está claro que no falta talento pero sí faltan mecanismos para retenerlo y el entorno donde se puedan potenciar sus habilidades.
¿Por qué está pasando esto? En gran medida porque la atención en el sector productivo suele estar cargada de querer utilizar las tecnologías más avanzadas y promover las empresas más eficientes sin considerar los efectos en el mercado laboral local.
En México, la tecnología que utilizamos es mayoritariamente importada y, en el mejor de los casos, tropicalizada, lo que implica que las soluciones a los problemas del país son adaptaciones que dependen de la idiosincrasia del desarrollador. Con estas adaptaciones, a menudo se crean problemas irresolubles, especialmente cuando se requieren actualizaciones de tecnologías importadas. Esto se convierte en círculos viciosos porque son necesarios nuevos proyectos de tropicalización, lo que para el país representa un eterno retraso.
De esta forma, México se queda con trabajos para fabricar y adaptar productos y soluciones desarrollados en otros países. Es decir, el país se convierte en un terreno baldío para la investigación, la innovación y el desarrollo de tecnologías que motivan y retienen a los profesionales mexicanos y que generan empleos bien remunerados para personal altamente calificado, esto con un alto costo social y político.
Una estrategia para crear más buenos empleos es fomentar el desarrollo de soluciones únicas a los problemas del país. Está claro que se trata de una actividad difícil, cara y arriesgada que, con razón, provoca profundos miedos en el espíritu humano; También está claro que este es el único camino hacia la autosuficiencia económica, social y política. No hace falta decir que los grandes avances de la humanidad que se han logrado no han sido porque fueran fáciles sino porque se superaron todos los obstáculos.
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