Los balnearios, en pie de guerra contra el Imserso por el retraso en la ejecución del programa que llevará a los pensionistas

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Las empresas de spa se encuentran en pie de guerra contra el Instituto de Personas Mayores y Servicios Sociales (Imserso) debido a la incertidumbre sobre la entrada en vigor del Programa de Termalismo, cuya fecha de inicio está prevista para el 1 de octubre, fecha que, según todos las indicaciones, no va a poder cumplir. Según las empresas, cuando faltan apenas diez días para que llegue octubre, se desconoce la situación del trámite administrativo en el que se encuentra el programa en general y la del expediente de contratación de cada empresa en particular, un total cercano a los 80. Fuentes cercanas el instituto, que depende del Ministerio de Asuntos Sociales, reconoce la demora, que se debe a la complejidad de este trámite individual; pero aseguran que su objetivo es lanzar el programa en las próximas semanas, incluso en octubre, aunque sin fijar fecha.

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Ante esto, la Asociación Nacional de Balnearios (Anbal), que se reunió en asamblea el viernes, decidió enviar una carta al director general de dicha institución, Luis Barriga, en la que le exigen que, antes del 22 de septiembre, "informe si finalmente a partir del 1 de octubre se iniciará el Programa de Termalismo o, alternativamente, a partir de qué fecha lo hará, entendiendo que si no se recibe respuesta a esta carta antes de la fecha indicada es porque desde el Imserso no hay intención de cumplir con el compromiso. Si eso ocurre, los propios balnearios, además de tomar las acciones que les corresponden por ley, se verán liberados de adoptar decisiones de gestión empresarial de todo tipo que se deriven de su incumplimiento en la implementación del Programa de Termalismo en las fechas anunciadas ”.

Los balnearios se quejan de que han realizado las inversiones necesarias para abrir con todas las garantías de calidad, seguridad e higiene durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, en los que dura el programa, ofertado para 58.000 pensionistas, aunque oficialmente a la fecha un total de 11.000 han hecho la solicitud. Para el sector, "la situación es especialmente preocupante, ya que, como el resto del sector turístico, los balnearios han sido uno de los más golpeados económicamente por la pandemia". Asimismo, subrayan el impacto que puede tener en los más de 7.000 puestos de trabajo que dependen de estos establecimientos, muchos de ellos acogidos por ERTE, y en las comarcas de España rural y vaciada en las que se ubican los 110 balnearios.

Además, los establecimientos afirman que ya han reservado sus habitaciones para atender a grupos de beneficiarios sin posibilidad de poder ofrecerlas a otros posibles clientes alternativos durante el período contemplado, ya que, “en respuesta a la invitación realizada por el Imserso al beneficiarios, no tienen preparada una comercialización alternativa ”. También destacan que “la expectación generada con el anuncio del inicio del programa ha disuadido a los propios beneficiarios de reservar directamente en un spa, a la espera de que el Imserso les adjudique una plaza”.

Las fuentes empresariales consultadas afirman que, en la comisión ejecutiva del Imserso (participan, además del equipo directivo del instituto, representantes de otros ministerios, sindicatos y empresarios) celebrada la semana pasada, el directivo reconoció no poder fijar un fecha específica de inicio del programa. La situación, concluyen, les lleva a cerrar los establecimientos abiertos y volver a realizar ERTE a sus empleados.

Las fuentes cercanas al Imserso consultadas sostienen que "son plenamente conscientes del retraso, pero que prefieren pecar de cauteloso y llegar tarde que hacerlo mal". Al respecto, señalan que el retraso se debió a que, como sucedió con los programas de turismo social, querían contar con garantías de las autoridades sanitarias para permitir viajes y estadías ”. Además, enfatizan que también era necesario garantizar que todo se haga de acuerdo con la ley y los criterios de contratación pública.

De repente

En este sentido, señalan que, una vez dado ese paso, se pusieron en marcha los trámites con la mayor celeridad posible para que el programa entre en vigor lo antes posible, reconociendo que no será el primero de octubre, sino durante todo el mes. . El instituto es partidario de aplicar el programa a todos los balnearios al mismo tiempo, pero no descarta hacerlo por grupos si encuentra impedimentos en alguna de las empresas, como la existencia de deudas con la Administración. Otra posibilidad es hacerlo a medida que se firman los contratos, lo que provocaría quejas comparativas. Las empresas, por su parte, sostienen que esperar a firmar todos los contratos retrasará los trámites hasta bien entrado noviembre.

El empresario también recuerda que no es la primera vez que se produce un retraso administrativo y que, para evitar retrasos, administraciones anteriores, tanto con los gobiernos del PP como con el PSOE, pusieron en marcha el programa con la validación del trabajo realizado por el Consejo de ministros. Fuentes gubernamentales aseguran que esta posibilidad se podría hacer si existiera y se extendiera un contrato anterior, pero que en este caso no puede ser porque los contratos no fueron suspendidos debido a la pandemia y podrían incurrir en una situación ilegal.

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