Paquete Económico refleja la visión de un solo hombre

La semana pasada, el Secretario de Hacienda cumplió con su obligación constitucional de entregar el Paquete Económico para el año siguiente. Una vez más, nos presentan un proyecto que es más de lo mismo, refleja la visión de un solo hombre, y no alinea las prioridades del gobierno con las verdaderas demandas y necesidades de la ciudadanía. Una visión optimista de un México que no existe y que utiliza escasos recursos públicos para seguir impulsando programas clientelistas y fortalecer a Pemex, que no ha sido más que un barril sin fondo para nuestros impuestos.

La propuesta de Presupuesto de Egresos contempla un aumento del 36% para los ocho programas sociales prioritarios del Gobierno Federal; El único objetivo de estos ítems es seguir creando una dependencia de los más necesitados con el Presidente de cara a un nuevo proceso electoral, e incluso a una posible revocación del mandato. Sin embargo, hay que decirlo, estos programas no han logrado reducir la pobreza en México, ya que, según el Inegi, el porcentaje de hogares pobres que se han beneficiado de ellos ha caído en más de un 25% en los últimos tres años, además a eso la percepción de prácticas corruptas dentro de ellos ha aumentado dramáticamente.

Asimismo, cabe mencionar que la propuesta de la Secretaría de Hacienda no contempla ningún nuevo programa para la reactivación de sectores productivos como el campo o el apoyo a las MIPYMES, de hecho, busca reducir los recursos destinados a las Secretarias de Economía y Desarrollo Agrario en casi 50% y 25%, respectivamente. Esto es alarmante, ya que la protección y generación de empleo es también política social.

Por otro lado, Pemex vuelve a emerger como la gran ganadora, no solo porque alcanzará cifras históricas en cuanto a captación de recursos (17% más respecto a 2021) y aumentará su techo de endeudamiento, sino también por la intención de reducir su carga tributaria mediante una reducción del 14% en el impuesto que paga por el volumen de hidrocarburos que extrae y comercializa. ¿Qué significa esto? Que sigan poniendo dinero bueno en dinero malo, siguen invirtiendo en una empresa que ha acumulado pérdidas de más de mil millones de pesos en los últimos tres años y siguen apostando por el México petrolero de los años 40 cuando producción, en todos sentido, se ha estancado.

Mirándolo de otra manera, por cada 100 pesos del Gasto Programable Neto contemplado en el Proyecto de Presupuesto, $ 28 se destinan a programas sociales y $ 21 a asuntos energéticos, mientras que asuntos como vivienda, justicia y seguridad recibirán $ 5, $ 2 y $ 1 peso, respectivamente, en 2022. Me pregunto, ¿es esto un reflejo de las verdaderas necesidades de 120 millones de mexicanos o el capricho de un solo hombre que busca mantener las riendas del poder?

La estrategia insostenible del Gobierno Federal es impulsar sus programas sociales y financiarlos con las ganancias derivadas del sector energético. Pero, en este sector no solo no hay ganancias, ¡hay pérdidas multimillonarias! Por tanto, la descarrilada política energética del presidente nos está costando a todos los mexicanos.

Insisto, el 2022 será un punto de inflexión en el proceso de recuperar la estabilidad que México merece y para ello la estrategia económica, el buen manejo de las finanzas y un gasto dirigido a donde realmente genera utilidad social, debe ser contundente.

@PerezSoraya

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