Flujo de mercancías se reactiva en medio de escrutinio al sector de transporte
En medio de una pandemia, un estudio de competencia en el servicio público de transporte ferroviario de carga, propone modificaciones a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario que se analizan en la Cámara de Diputados. Entre enero y mayo pasados, de acuerdo con la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), se transportaron 54.7 millones de toneladas netas de carga en tren, lo que representó un incremento del 10.5% respecto al mismo periodo del complicado 2020 (terminó con una baja del 3.3% respecto al año previo) y del 6.8% en relación al 2019.
En mayo del año pasado se registró la menor cifra de carga transportada: 8.9 millones de toneladas (el mismo mes del 2021 sumaron 12 millones de toneladas). “Desde el inicio de la pandemia el ferrocarril de carga fue declarado por las autoridades mexicanas como actividad esencial por lo que nunca dejó de dar servicio. Se continuó moviendo mercancía a lo largo del país y se convirtió en un elemento relevante de impulso a la economía y desarrollo de México. Hoy en día el ferrocarril de carga es la columna vertebral de cientos de industrias que transportan grandes volúmenes en largas distancias”, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF), Óscar del Cueto.
Desde su perspectiva, la seguridad, la eficacia logística y los costos los convierten en un medio de transporte confiable para el comercio internacional. Con respecto al tráfico de carga de comercio exterior, en el periodo enero-mayo se importaron 29.5 millones de toneladas netas de carga, se exportaron 8.9 millones de toneladas netas lo que en suma representan 38.5 millones de toneladas netas de tráfico internacional, mientras que el tráfico local fue de 16.2 millones de toneladas.
Ganar mercado
Al cierre del año pasado, el ferrocarril registró una participación del 25% en el mercado de transporte de carga en México y se considera que existen condiciones para que ésta sea mayor, como en otros países. En Rusia representa el 75%, en Australia el 50%, en EU el 42%, en China el 39% y en India el 30%, por ejemplo, de acuerdo con un estudio de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). El mes pasado, en una reunión con ingenieros civiles, el titular de la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal (DGDFM), Manuel Gómez, consideró que la carga en tren puede subir su participación del 25 al 40% en el mediano plazo. “El futuro de carga por ferrocarril es tener más presencia en el mercado nacional.
Es una meta razonable de acuerdo a las condiciones geográficas de nuestro país. Es algo que se puede lograr construyendo algunos tramos ferroviarios que consideramos hacen falta, pero sobre todo dando más conectividad para llegar a los centros de producción y consumo con más facilidad, la última milla”, refirió el funcionario de la Secretaría de Comunicaciones (SCT).
Sobre dicho tema, se le preguntó al presidente de la AMF: ¿Qué se requiere para que el ferrocarril gane más participación en carga? Vía electrónica, respondió: Requerimos como sector seguir invirtiendo en innovación e infraestructura que nos permita ser aún más eficientes y ofrecer, siempre, mejores servicios para nuestros clientes. Aprovechar de mejor forma la intermodalidad que nos permite ser un transporte complementario al marítimo, así como mejorar los cruces transfronterizos hacia el norte del país, son un aspecto fundamental, sobre todo considerando la dinámica que imprimirá el T-MEC para adelante.
Bloqueos y regulación
De acuerdo con la asociación, uno de los principales retos que enfrenta la industria son los bloqueos a las vías férreas, pues impactan de forma muy importante la logística ferroviaria y a la economía e industria de México, ya que se quedan sin movilizar toneladas de productos y mercancías esenciales para muchos sectores que deben ser distribuidos en diferentes estados del país. Durante el presente año se han registrado 20 días de bloqueos a las vías ferroviarias y en el 2020 pasado fueron cerca de 200 días de bloqueo. En el corto plazo, un pendiente para el sector será el tema de regulación, porque del Senado pasó a la Cámara de Diputados una serie de modificaciones a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario que estará en la lista de temas a discutir.
Uno de los ajustes que no se mira con buenos ojos en el sector privado es la posibilidad de modificar la vigencia de las concesiones, de 50 a 35 años, porque vulnera derechos adquiridos y contraviene el Artículo 14 de la Constitución con efectos expropiatorios. “Esto daña la certeza jurídica, afecta severamente las inversiones realizadas en el sector e inhibe nuevas, con un fuerte impacto negativo para la modernización de la industria y con ello, para la economía de México”, se informó en su momento. La cancelación arbitraria de la libertad para fijar tarifas, limitando su registro a cada dos años y previa opinión de conveniencia que la ARTF, que se emitiría de manera discrecional, multas excesivas e imponer sobrerregulaciones con otros temas inquietantes que se habrán de discutir. Adicionalmente, continúa el estudio de competencia en el servicio público de transporte ferroviario de carga, a cargo de la Cofece.
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