Bruselas plantea mantener en suspenso las reglas fiscales hasta al menos 2023

El momento de los ajustes debe esperar. Bruselas ha decidido que propondrá la reactivación de las reglas fiscales cuando la economía europea recupere los niveles anteriores a la pandemia. Y a pesar de que dará su veredicto en mayo, la Comisión Europea avanza que los indicadores que maneja sugieren “continuar aplicando la cláusula general de escape en 2022 y desactivarla a partir de 2023”. Pero incluso entonces, el Ejecutivo comunitario propone seguir dando manga ancha a los países que en ese momento no se hayan repuesto por completo (previsiblemente España e Italia), permitiéndoles usar “todas las flexibilidades” previstas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Europa afronta la pandemia con una economía de guerra. Los Veintisiete apuraron en 2020 sus colchones fiscales o recurrieron al endeudamiento masivo para atacar la pandemia en el frente económico con paquetes de estímulos sin precedentes que representaron el 8% del PIB y medidas de liquidez que alcanzaron el 19% el PIB. Y aunque la UE cree empezar a vislumbrar el final de la depresión, la cautela con la que se están adoptando las medidas de desescalada o el riesgo que suponen las nuevas variantes del virus pueden volver a retrasar el rebote. Por ello, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, viene advirtiendo de que es mejor lanzar más estímulos de lo necesario que quedarse cortos. “En las circunstancias actuales, los riesgos de hacer poco superan los de hacer demasiado. Este es el momento de act big (actuar a lo grande), para citar al nuevo Secretario del Tesoro de Estados Unidos”, ha recordado.

Bruselas no quiere repetir los errores de la Gran Recesión, cuando recetó una sobredosis de austeridad. La Comisión Europea, según la comunicación que ha publicado este martes, cree que la UE debe concentrarse en dos grandes áreas: la inversión pública de calidad y las reformas estructurales. Y para ello, el Ejecutivo de Ursula von der Leyen cree que las capitales necesitan recursos —que obtendrán con el fondo de recuperación Next Generation EU—, pero también tiempo y espacio. Y aunque desde el área del vicepresidente Valdis Dombrovskis recuerden la necesidad de mantener la sostenibilidad financiera a medio plazo, la Comisión insiste en que la prioridad sigue siendo tender una red de seguridad lo más gruesa y elástica posible para sostener la caída e impulsar el rebote.

A pesar de que la Comisión presentará su propuesta formal en el paquete de mayo tras consultar con las capitales, la comunicación publicada este martes allana el terreno para prolongar la suspensión de facto de las reglas fiscales —aprobada el año pasado— un año más. Bruselas cree que no puede guiarse solo por complejas variables inobservables, los indicadores económicos trimestrales o los datos de empleo. En su lugar, defiende que “indicador más adecuado” es el “nivel de actividad económica” en comparación con finales de 2019. Es decir, cuando la UE regrese a ese nivel se podrán reactivar las reglas fiscales.

El Ejecutivo comunitario se valdrá, como le pide Berlín, de las previsiones económicas que publique en primavera. Aun así, avanza: “Según las previsiones de invierno de la Comisión para 2021, se prevé que el PIB de la UE alcance su nivel de 2019 hacia mediados de 2022. Por lo tanto, las indicaciones preliminares actuales sugerirían continuar aplicando la cláusula general de escape en 2022 y desactivarla a partir de 2023”. La marcha de la economía no indica, por ahora, que vaya a producirse un vuelco que permita pensar en una recuperación más rápida. “La orientación que ofrecemos hoy significa que debemos mantener la cláusula activada también en 2022. Un año después [del inicio de la pandemia], seguimos en medio de una etapa muy difícil”, ha confirmado Gentiloni.

Rebote de España e Italia

Las previsiones de invierno, además, preveían que España e Italia a finales de 2022 todavía no habrán recuperado la actividad anterior a la pandemia. La Comisión propone, por ello, una suerte de aplicación de reglas fiscales a medida para que esos países no vean interrumpido todavía su rebote. “En caso de que un Estado miembro no haya recuperado el nivel de actividad económica anterior a la crisis, se utilizarán plenamente todas las flexibilidades del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, sostiene la comunicación. Si la tendencia prevista por la Comisión se confirma, España no tendría que someterse a la plena disciplina de las reglas fiscales hasta 2024.

La decisión de la Comisión Europea irá al consejo de ministros de la UE (Ecofin) posteriormente. Francia, España e Italia han expresado su voluntad de mantener la suspensión de esa cláusula, sobre todo para poder llevar a cabo el debate sobre la reforma de las reglas fiscales antes de que estas vuelvan a entrar en vigor. Alemania quiere esperar a ver las previsiones de mayo antes de pronunciarse, en especial en un año electoral, pero en Berlín gana terreno la convicción de que las reglas fiscales deben ser reformadas. A pesar de que Bruselas descarta una modificación de los tratados, el comisario Paolo Gentiloni abogó el pasado viernes por que la revisión sea profunda. “Si queremos ser más ambiciosos —y si no es ahora, ¿cuándo?—, no debemos descartar cambios legislativos”, dijo.

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